Para los "fans" de Chuny
Foto copyright Dave Kneale / Volvo Ocean Race
Fuente info VOR
“PARA SER PATRÓN HAY QUE SABER MANDAR”
A Roberto Bermúdez de Castro le conoce todo el mundo como Chuny. Gallego de pura cepa, ésta es ya su cuarta Vuelta al Mundo, la primera como patrón. En esta entrevista hace un repaso a sus inicios y comenta sobre lo que va a ser la etapa que comienza mañana.
Chuny, como tantos otros de su generación, comenzó a navegar en Optimist, cuando era muy joven, junto a sus cuatro hermanos y de la mano de su padre, que era marino mercante, en La Coruña. Pronto destacó sobre el resto, y pasó a navegar en Laser y en 470.
Con 23 años y el título de campeón de España de Snipe aún fresco, le llamó su amigo Javier de la Gándara para probar en un proyecto que estaba montando, el Galicia Pescanova 93. “En ese momento estaba estudiando ingeniería, terminé mis exámenes y sin pasar por casa, la día siguiente ya estaba navegando con ellos.”
Inmediatamente se ganó el puesto en el barco. “Jaime Arbones y yo éramos los novatos, él era proa, y cuando Jan Santana se lesionó, yo pasé a ser jefe de guardia.”
Años después, y gracias a sus amigos Guillermo Altadill y Richard Brisius, Chuny volvía a un barco de la Volvo Ocean Race, el Assa Abloy, patroneado por Neal McDonald.
La siguiente edición, 2004-05, fue Torben Grael el que llamó a Chuny para formar parte del Brasil 1.
Y en ésta, su cuarta edición, Chuny se unió al Delta Lloyd como patrón en Ciudad del Cabo, sólo unos días antes de la salida. Pero tan precipitado comienzo no supuso un problema para él. “En este caso fue difícil empezar porque llegué a un equipo ya hecho y pude cambiar cosas, pero básicamente había que trabajar con los recursos que habían. Llamé a gente que sabía que iban a funcionar bien, gente que ya había trabajado conmigo.”
Sobre las características que tiene que tener un buen patrón, Chuny lo tiene muy claro: “Hay que saber mandar. También es muy importante darle confianza al equipo, no cometer grandes errores, trabajar bien y ser organizado. También hay que saber elegir bien a la gente.”
“Yo tengo la ventaja que he hecho mis otras vueltas al mundo con patrones excepcionales, como Javier de la Gándara, Neal McDonald, Torben Grael y de todos he aprendido. Una de las cosas fundamentales que he aprendido es saber lo que la tripulación necesita de mí.”
“La otra ventaja que tengo es mi experiencia en los últimos once años como patrón con proyectos del armador Vicente Tirado, han sido proyectos grandes y de alto nivel, de mucha gente y es lo que estoy acostumbrado a hacer, ser patrón.”
“En el Delta Lloyd querían a alguien con experiencia y a mí me apetecía hacer una vuelta como patrón.”
“Fue Stuart Wilson el que me llamó para este proyecto. Estuve navegando con él en el Assa Abloy, en el Brasil y ahora en esta.”
Respecto a las diferencias que ha visto en estos años en la Volvo Ocean Race desde que comenzó él y se llamaba la Whitbread, Chuny explica que la regata ha crecido mucho. “Ahora hay muchos más medios, los presupuestos son muchísimo mayores, la regata ha cambiado mucho.”
Pero eso no quiere decir que le guste más: “Antes se hacía por tiempo, no por puntos, primaba más la fiabilidad, mientras que ahora se va a límite en todo, y eso no es bueno por el lado de la seguridad. Antes, rompías el barco y se acabó. Claro, todo el mundo tenía más cuidado. Yo creo que ahora habría que penalizar más a los que rompen. Como nosotros cuando rompimos y no hicimos una etapa tan importante como la larga, deberían habernos penalizado más. Ya pasó en la edición anterior, sólo hubo dos barcos que terminaron toda la vuelta.”
“Si penalizaran más los barcos no irían tan a lo bestia, el coeficiente de seguridad sería mucho mayor. No pasarían estas cosas. Ahora, si premias ir al límite y si pierdes en una etapa no pasa nada, pues la gente va mucho más al límite, lógicamente.”
Respecto a la etapa 8 que comienza mañana, Chuny dice que “es una costera larga por el estilo de las que hacemos en el Medcup, cambiando de rumbo constantemente. Va a ser muy divertida y con pocas opciones tácticas, más bien una carrera de obstáculos. Como siempre, el que menos errores cometa será el que gane.”
“Será una regata bastante intensa y cuanto menos se improvise mejor. La corriente, el tráfico de mercantes, las condiciones, trabajar con la flota, todo eso hay que tenerlo en cuenta y no creo que paremos de trabajar en estos cuatro o cinco días que estamos en el mar.”
El Delta Lloyd es un barco holandés y durante esta etapa tendrán un premio especial al barco más rápido en realizar un recorrido entre boyas frente a la costa de Rotterdam. “Sería muy importante como equipo quedar delante en esta etapa aunque no haya ningún punto en juego.”
Una vez termine esta vuelta, Chuny, que está casado y tiene tres niños, no tiene planes de futuro. “No sé si haré otra o no, ahora sólo pienso en terminar esta. Algo saldrá, pero la vela está ahora muy complicada en España.”