El trabajo invisible
Video copyright Puma Racing Los barcos se van rompiendo a medida que transcurre la regata y ahi está la gente del shore team, que sin horarios, no paran de trabajar un minuto desde que el barco amarra y esta listo para la siguiente etapa, un trabajo duro y silencioso, que pocos ven.
Fuente info VOR
PROTAGONISTAS: LA DURA VIDA DEL JEFE DE TIERRA
Nada más llegar a su casa en Auckland, desde Ciudad del Cabo, Ian Stewart se tomó un café con su familia y ya estaba subiéndose al siguiente avión para volver a Sudáfrica.
Cuando el Tyco sufrió un fallo en la pala del timón al comenzar la segunda etapa de la Volvo Ocean Race de 2001-02, necesitaban que su jefe de tierra estuviera en Port Elizabeth, listo para mandar el barco dañado en un mercante al siguiente final de etapa que era en Sydney. Stewart ya había recogido la base y se había ido de Sudáfrica, pero ahí estaba, volando los 11.900km de vuelta.
Ser jefe de tierra es uno de los papeles más exigentes de una campaña de la VOR; un papel que Campbell Field, jefe de tierra para el Telefónica, compara con el del director de una orquesta: “Eres el punto de contacto entre el patrón, la tripulación, el diseñador del mástil, el diseñador de las velas y el jefe de logística.” Se trata de que todos ellos toquen la misma nota sin tener que mover demasiado la batuta. La esencia de un director de tierra es asegurar que tiene las herramientas para hacer cualquier trabajo que pueda surgir, y tener a la gente adecuada en el equipo de tierra para hacer bien el trabajo.
“Tienes un patrón y una tripulación, cuyo trabajo es navegar lo mejor que puedan. Como director en tierra, estás haciendo lo mismo, ofreciendo el mejor servicio que puedes al barco y a su tripulación,” explica Field.
Cuando llega un barco, el equipo de tierra va corriendo para permitir al patrón y tripulantes concentrarse en la táctica, las velas y los partes meteorológicos.
Un buen director en tierra habrá montado una base ordenada y se habrá anticipado a todas las necesidades que tengan que hacerse en el barco. Su equipo puede trabajar 16-18 horas durante dos semanas seguidas para conseguir un barco mejor cuando éste vuelva al agua.
Field y Stewart están de acuerdo en que su experiencia navegando alrededor del mundo ha sido clave para entender cómo llevar una campaña en tierra. “Es una manera fantástica de continuar con la sensación de estar en un equipo profesional y ganador,” dice Stewart. “Entiendes al equipo profesional y una parte vital de tu trabajo es mantener esa cultura y asegurarte de que todo el mundo sepa lo que está pasando.” Cuando los barcos están en el agua, preocuparse es un elemento intrínseco del trabajo de los managers en tierra, y temen esa llamada de teléfono en mitad de la noche diciendo que algo ha ido mal. Si llega esa llamada, el manager de tierra está inmediatamente trabajando, poniendo planes de contingencia en marcha.
El manager en tierra llega al puerto por lo menos cinco días antes de la fecha estimada de llegada del barco, montando contenedores y carpas, encontrando los mejores abastecedores de comida y agua y también los mejores manitas. No se le pueden caer los anillos por remangarse y trabajar a fondo.
“Es importante que puedas hacer cualquier cosa, ir a las tiendas si tienes que ir; no hay espacio en un equipo para pensar que eres una estrella,” dice Stewart.
“Puede sonar feo, pero los regatistas son los clientes. Ponemos en su sitio lo que haga falta para estar en la línea de salida de todas las etapas con el mejor ánimo y condición física, con la convicción de que va a funcionar.” Añade Field: “Cualquiera que entra en el equipo de tierra sabe perfectamente que es un trabajo muy duro, hecho de manera anónima. Pero es muy satisfactorio dar al patrón y la tripulación las herramientas para conseguir lo que todos queremos conseguir: ganar la regata.”