La palabra de un experto
Foto copyright Rick Tomlinson/Volvo Ocean Race
Fuente info VOR
LA PRIMERA ETAPA SEGUN GUILLERMO ALTADILL
El experto navegante oceánico español afronta en la Volvo Ocean Race 2008-09 su sexta participación en esta regata vuelta al mundo. Jefe de Guardia del Team Russia, Altadill nos explica las particularidades de la primera etapa entre Alicante y Ciudad del Cabo.
La salida del Mediterráneo es el primero de los seis tramos en que puede diseccionarse la etapa de Alicante a Ciudad del Cabo. Son unas 310 millas que a priori tienen dos escenarios posibles. Uno es de viento ligero e inestable, con brisas térmicas fruto de una situación anticiclónica y el otro transcurriría con vientos del Noreste. Estadísticamente, en esta época del año son las opciones más probables. Sí tenemos poco viento, las separaciones entre unos barcos y otros por opciones tácticas dispares pueden propiciar unas ventajas considerables. Por el contrario, si tenemos vientos medios o fuertes más o menos estables todos navegaremos con las mismas opciones y las ganancias o pérdidas no deberían ser tan importantes.
De Gibraltar a Canarias
Dejado a popa el Estrecho de Gibraltar empezaremos a ganar latitud Sur con rumbo hacia las islas Canarias, y una pequeña trampa a sortear. Sobre la costa africana se genera una baja presión relativa que invita a navegar cerca de tierra por ofrecer un rumbo directo favorable, pero unas millas mar adentro el viento sopla un poco más fuerte. Hay que atinar con el compromiso de empezar a ganar Sur enseguida, o bien esperar un poco navegando más hacia el oeste antes de iniciar la bajada. El archipiélago canario podemos sortearlo libremente, y lo mejor es no meterse entre las islas, aunque la ruta directa te invita a ello. El canal de paso más apropiado es entre las islas de Gran Canaria y Tenerife, pero la altura del Teide deja secuelas. Puede llegar a provocar una “sombra” desventada de hasta 70 millas, casi inapreciable pero que cobra peaje en las prestaciones de estos barcos. La formación de los Alisios puede permitir que optemos por dejar todo el archipiélago a estribor o a babor.
Salvar las calmas ecuatoriales
De Canarias hacia los Dolldrums tendremos otro dilema con el paso de Cabo Verde, condicionado por los Alisios. Al ir bajando hacia el Sur con vientos portantes, un role de viento te puede aconsejar trasluchar para navegar más cerca del rumbo directo, a la vez que te impida separarte del archipiélago y obligarte a pasar por sus canales. Habitualmente, el viento acelera en los canales de este archipiélago, pero por otro lado exige muchas maniobras y cambios de velas para sacarle todo el partido, siempre hay alguna zona de desvente, y al final raramente compensa. Muchas veces la estrategia es no hacerlo, pero la dirección del viento hace que te obliga a ello. Librado Cabo Verde hay que empezar a estudiar atentamente la zona de convergencia intertropical, los temibles dolldrums. La franja de calmas suele extenderse entre el paralelo 4 Norte y el Ecuador, y la clave es buscar un punto donde sea lo más estrecha posible. Hay que aprovechar las nubes que circulan de este a oeste, saber distinguir las nubes húmedas (con agua y viento) de las secas (poco cargadas de agua y sin viento) y aprovecharlas. El radar es una gran ayuda para hacerlo. Navegar por delante de las nubes, aunque te separe un poco del rumbo directo te permite hacerlo con 8 ó 10 nudos más de viento, y allí es una diferencia abismal. Hay que trabajar mucho cambiando velas y ajustando su trimado.
Fernando de Noronha y el anticiclón de Santa Elena
El tramo desde Ecuador hasta la isla de Fernando de Norhona, Meta Volante de esta primera etapa, viene condicionado por el punto de salida de las calmas ecuatoriales. Dicha franja es más estrecha hacia el oeste, pero tener más longitud oste supone quedarte más a sotavento del régimen de los Alisos del Sur, que soplan de Este a Oeste. Como el rumbo de navegación hacia la meta volante es cerrado –ceñida, descuartelar y través cerrado-, estar situado a barlovento de la flota es una ventaja para tener más margen de optimizar el rumbo y la velocidad del barco.
Superada la meta volante de Noronha no se simplifica la parte final de la etapa. El anticiclón de Santa Elena es el siguiente escollo, pues se interpone en el rumbo Sureste que lleva directamente desde la pequeña isla brasileña hasta Ciudad del Cabo, por lo debe rodearse por su parte Sur. La tentación de empezar a ganar longitud Este es grande, pero sí lo haces antes de tiempo quedas atrapado en el anticiclón, donde navegas con menos viento y en rumbos que a veces te llevan en sentido contrario al objetivo. Allí los navegantes tienen un trabajo muy delicado, contrastar las condiciones de viento reales con las predicciones de los partes. Para ello trabajan con la información que proporcionan los Quickscat, que aportan los datos reales pero unas siete horas más tarde. La correcta interpretación de ambas informaciones te permite saber las condiciones reales en esa zona y cuando llega el momento de comenzar a recortar. Habitualmente solemos navegar hacia el sur hasta la pequeña isla de Trinidade, punto de referencia para cambiar de tercio.
Aproximación y llegada a Ciudad del Cabo
Salvado el anticiclón, la aproximación hacia el continente africano tiene dos escenarios. Si los trenes de borrascas del Sur están en su zona habitual o ligeramente más al norte, hay que aprovechar el paso de una para que te lleve. Si por el contrario no pasan tan arriba se produce una incertidumbre absoluta sobre la estrategia más conveniente.
Las condiciones de llegada a Ciudad del Cabo suelen estar directamente vinculadas al horario. El frecuente régimen de vientos térmicos que predomina hace que a mediodía y durante la tarde soplen vientos fuertes del suroeste, mientras que el resto del día, y especialmente de madrugada, las encalmadas impongan su penosa ley. La silueta de Table Mountain que no se acerca resulta especialmente estresante. Puede producirse un efecto colchón en la flota y cambiar el resultado de muchos días de trabajo a bordo.