Comerse un garrón
Tener que soportar inesperadamente una situación desagradable. El garrón es la parte de la pata de la vaca cercana a la pezuña; no tiene casi carne, a lo sumo se lo usaba para hacer caldo. Como pieza de alimento, pues, es despreciable. De allí la expresión. Es que le quede a uno lo peor para comer. La frase, de origen rural, pasa al uso ciudadano. El tener que aceptar situaciones desfavorables de distinta naturaleza supone "comerse un garrón: que le toque una mujer fea, que lo ningunee un jefe, el que lo carguen a uno con culpa ajena, etcétera