Luis Soubié y Cecilia Granucci campeones argentinos de Snipe
Fuente info spormediasalta
La pareja bonaerense compuesta por Luis Soubié y Cecilia Granucci, proel y timonel del "Japao Segundo", consiguieron el bicampeonato argentino de Snipe después de disputar seis regatas en el dique Cabra Corral. Por el lado de los salteños, hay que resaltar que la pareja compuesta por Rubén Arias y Gladis Coronel en el "Nimbus" se consagraron campeones de la categoría master; mientras que Alejandro Triggiano y Victoria Courtade con "Quimera" consiguieron el décimo puesto en la general y el tercero en la clasificación mixta.
Sin dudas, habrá un antes y un después de la fecha que finalizó ayer en el dique Cabra Corral.
Salta pudo tener por primera vez a más de 100 embarcaciones navegando en un embalse que dejó muy buena impresión a aquellos que lo surcaron por primera vez, ya que se dieron vientos calmos (entre 8 y 10 nudos) y fuertes (llegó a los 20 nudos en la primera jornada) obligando a que la estrategia de regata cambie constantemente.
Salta tuvo su primer Campeonato Argentino de Snipe y el primer Encuentro Náutico del Bicentenario, dos grandes espectáculos que combinaron esfuerzos de todos los sectores de la náutica local, lo que se vio reflejado en el accionar diario para cerrar un certamen impecable.
En Snipe, Luis Soubié y Cecilia Granucci se repusieron del noveno puesto de la primera regata para retener el campeonato argentino en un año donde también se consagraron campeones de los Juegos Odesur. El segundo lugar de la dupla Augusto Amato y Constanza Alvarez fue simplemente por pequeños detalles ya que ambos estuvieron peleando el título palmo a palmo, terminándose de definir todo en la tarde de ayer.
Hablando justamente de la última regata hay que resaltar el gran trabajo de "Quimera", la embarcación de Alejandro Triggiano y Victoria Courtade, que lideró la regata desde el inicio mismo y a sólo 40 metros de finalizar un cambio de viento de 45 grados lo dejó sin impulso para completar la competencia finalizando tercero. En esa regata se disputaba la Copa Miguel Triggiano, en homenaje al hermano fallecido de Alejandro. La decepción y el dolor de perder el homenaje personal se vieron reflejados en los ojos llenos de lágrimas del mejor velerista salteño.