Fuente info Edurne Pasaban blog
30/03/2010
Dias de Campo Base
Un día más en el Campo Base… Hoy está siendo una de esas jornadas en las que la gente está animada; durante todo el día todos hemos estado haciendo algún tipo de actividad: caminar, leer, escribir, escuchar música… Sergio Alfaro, nuestro cámara, incluso ha recibido un curso de escalada de las manos de Asier. En definitiva, un buen día.
Ya a las 7.30 de la mañana nos ha despertado otra vez el helicóptero… Esto del helicóptero se esta convirtiendo en una costumbre, aunque también es verdad que en los próximos días llegarán muchas expediciones. Los que nos han despertado hoy al aterrizar han sido los componentes del equipo de Carlos Pauner, Juanito Oiarzal, Javi y Tolo Calafat.
Por otra parte, al igual que en días pasados, también hay que comentar algunas noticias no muy buenas: Una avalancha se ha llevado un depósito con 500 metros de cuerda que habíamos dejado debajo del cono entre el Campo 2 y el 3. Hemos perdido toda la cuerda que nos quedaba para seguir equipando la parte de arriba, aunque esperamos poder encontrar pronto una solución: ya hemos llamado a Katmandú para encargar que, en alguno de los vuelos del helicóptero, nos envíen 600 metros más.
Por otra parte, los pronósticos anuncian dos días de mal tiempo, así que de momento podemos aguantar sin cuerda. Sin embargo, esperamos recibirla pronto ya que a partir del día 2 de abril las condiciones meteorológicas mejoran de nuevo, y queremos aprovechar entonces para subir a montar el Campo 3, dormir allí y equipar la zona superior de la ruta. Como veis, el Annapurna está poniendo algunas dificultades, pero poco a poco iremos solventándolas.
Acabo de tomarme un cafecito en la cocina: cada tarde me gusta acudir allí para tomar café y estar un rato con los Sherpas y cocineros. A menudo les encuentro jugando a las cartas, y es divertidísimo observarles, porque hacen trampas continuamente pero nunca discuten; solo se ríen sin parar. He intentado descubrir a qué jugaban, pero ha sido imposible. Además, nuestra cocina es muy acogedora y calentita. Nati, el cocinero de la expedición, hace un buen trabajo y tiene todo perfectamente ordenado. Incluso tenemos cajones para guardar la comida.
Ahora dejaremos pasar la tarde en la tienda de comunicaciones, cada uno de nosotros enfrascados en su tarea… aunque está todo el mundo muy contento y no dejan de hablar… ¡ni de tomarme el pelo! Algunas veces resultan agotadores, pero por otra parte creo que sin mis compañeros me aburriría; son unos “cracks”.