Foto copyright Gabriele Olivo/Equipo Telefonica
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Fuente info Equipo Telefónica
- A 356 millas de la capital de Suecia, el objetivo del “Telefónica azul” es poder disputar la regata costera de Estocolmo
EL “TELEFÓNICA AZUL” , RUMBO A ESTOCOLMO
Estocolmo (Suecia), 18 de junio de 2009
Tres días de intenso trabajo y el “Telefónica azul” ya navega de nuevo retomando la novena etapa de la Vuelta al Mundo, que finalizará en la capital de Suecia, Estocolmo. Eran exactamente las 21:16 horas en España del ayer miércoles cuando el ESP-12 volvía a navegar.
Lo cierto es que la salida podía haberse producido horas antes, pero el equipo español prefirió esperar un poco más a que llegaran los repuestos (el timón y la orza de deriva), lo que retrasó un poco más la reincorporación a la prueba. Aún así, los planes del equipo Telefónica se cumplieron a rajatabla y el barco español abandonaba Marstrand en la jornada del miércoles.
El objetivo principal del “Telefónica azul” es cruzar la línea de llegada situada en la isla de Sandham justo a tiempo para disputar la regata costera del próximo domingo, la última de esta Vuelta al Mundo. Y es que para la tripulación española esa prueba significa mucho; no en vano es el “Telefónica azul” el barco que lidera la clasificación de pruebas costeras con tres victorias, las logradas en Alicante, Río de Janeiro (Brasil) y Boston (EE.UU).
Primeras horas de competición con viento de frente y rondando los 30 nudos de intensidad, así que a bordo del barco español “han sido necesarias muchas viradas - comentaba Bekking - Pero desde que llegamos a Helsingor, el viento se ha ido hacia el Este y hemos hecho muchas millas”. Ahora, a la altura de Copenhague, el “Telefónica azul” espera estar navegando un día más antes de cruzar la línea de llegada. A 356 millas de la ciudad de Estocolmo, el “Telefónica azul” navega con vientos de 22 nudos que le permiten mantener una velocidad de 20,3 nudos.
Desde el “Telefónica azul”: ¡Gracias!
Gabri Olivo, tripulante de comunicación del “Telefónica azul”, era el primero en escribir desde el barco español afirmando: “Dos días y medio después de que golpeásemos la roca, finamente estamos de nuevo en el agua. La reparación ha sido finalizada en un extraordinario corto periodo de tiempo y el equipo de tierra ha hecho un trabajo fantástico. No hay palabras o cervezas suficientes que podamos comprar para compensar el esfuerzo que han hecho. Gracias chicos”.
Sin duda, lo ocurrido a las pocas horas de iniciarse esta nueva etapa fue duro para el “Telefónica azul”, pero tanto la pequeña isla de Marstrand como el resto de equipos se han volcado con el barco español para que pudiera volver a competir cuanto antes. “Gracias también al equipo Ericsson por dejarnos uno de sus containers de trabajo, ha sido de mucha ayuda y gracias a la gente que nos ha estado ayudando y gracias a la señora que trabaja en la tienda justo al lado de dónde teníamos el barco en la cuna, por prepararnos café dos veces al día que nos venían como agua de mayo. Gracias de parte de toda la tripulación”, expresaba Gabri Olivo mientras Bekking añadía: “La gente de Marstrand se ha portado estupendamente con nosotros, trayéndonos café y galletitas, y justo antes de volver a salir podríamos incluso haber montado un bar. No podría decir cuántas latas de cerveza se trajeron para desearnos una buena travesía a Estocolmo, creo que todavía piensan que los regatistas son grandes bebedores. Dejamos las cervezas para los constructores, se las merecían. Así que gracias Marstrand por toda la ayuda y hospitalidad”.
Durmiendo en un spi
La anécdota del día la comentaba Bekking al relatar: “A bordo se respira tranquilidad y todo el mundo intenta descansar lo máximo posible. Sifi y yo no tenemos litera ya que antes de comenzar esta etapa decidimos quitar una porque la idea era dormir poco… Durante nuestra parada obligada no nos permitieron subir nada a bordo, así que nos tumbamos sobre nuestros polares en un spi que colocamos en el interior del barco y he de decir que desde que la vela está seca, es realmente cómodo descansar así”.
