Foto copyright Rick Deepe/Puma Ocean Racing/Volvo Ocean Race
Foto copyright Go Chuan/Green Dragon/Volvo Ocean Race
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Fuente info VOR
EL CABO DE HORNOS NO EXISTE
Las condiciones a bordo están deteriorándose de nuevo a medida que comenzamos a poner un rumbo más al Sur hacia la segunda puerta de hielo y hacia el cabo de Hornos.”
Dentro del barco, la humedad y la condensación están gradualmente metiéndose en el fondo, en la parte de atrás, donde vivimos. Hasta ahora el agua estaba aislada de alguna manera en el proa y hacia sotavento, ahora empiezo a preocuparme el desastre que puede ser con todo el equipo de la estación de medios y estoy tentado de empaquetar todo bien y cerrar las operaciones hasta que todo se seque un poco.
Por supuesto que eso no es una opción. Esta semana que viene tiene el potencial de ser la más emocionante de toda la regata. Estamos en una lucha mano a mano con el Ericsson 4 y respecto al Ericsson 3, todo puede pasar. Han ganado más de 300 millas, así que igual pueden perderlas.
Ahora mismo en la cubierta los chicos tienen un poco más de agua con la que batallar que yo aquí abajo. Todo es extremadamente húmedo y caótico a bordo del Il Mostro y el barco se mueve entre 18 y 24 nudos de velocidad, mientras salta y cabecea del modo más violento que se puede imaginar.
Capey (Andrew Cape, el navegante) dice que las cosas podrían mejorar un poco mañana según nos aproximemos a la puerta de hielo y luego volver a tomar las cosas con venganza al acercarnos al que ahora parece imaginario cabo de Hornos. Como dice Jerry Kirby, “Cada vez que pregunto parece que estamos mil millas más lejos que antes.” Yo le he dicho que deje de preguntar. Hemos estado pensando y hablando tanto sobre el tema que ahora me pregunto si estará aún allí, aunque, nada más decir eso, aparece una carta lanzada como por casualidad en la mesa de cartas que parece que tiene la punta sur de Suramérica en la parte de debajo de la derecha… Durante toda la semana pasada hemos estado mirando a la carta con Nueva Zelanda en la parte de abajo a la izquierda. Me sorprende que Capey se moleste en mirar las cartas, ha hecho este viaje tantas veces que debería saberse ya el camino.
Me atrevía hasta a decir que la tripulación de Il Mostro es normal… ¡Especialmente con respecto a lo que comen! Pues ya no, parece que cada mendrugo de comida en el barco está siendo devorado. No nos atrevemos a decir si el nuevo y repentino interés por la comida se debe a un nuevo menú que ha creado Rob Greenhalgh o si tiene algo que ver con el hecho de que los chicos están empezando a desaparecer frente a mis ojos.
Tan pronto como los tentempiés se sacan a cubierta, éstos desaparecen para no ser nunca más vistos. He sido testigo de gente metiendo el dedo para rebañar lo último de la salsa de espagueti de la fuente. Como me dijo Casey (Casey Smith/USA) hoy: ”No hay nada que una pasta de 2 minutos no pueda arreglar”
Dentro del barco, la humedad y la condensación están gradualmente metiéndose en el fondo, en la parte de atrás, donde vivimos. Hasta ahora el agua estaba aislada de alguna manera en el proa y hacia sotavento, ahora empiezo a preocuparme el desastre que puede ser con todo el equipo de la estación de medios y estoy tentado de empaquetar todo bien y cerrar las operaciones hasta que todo se seque un poco.
Por supuesto que eso no es una opción. Esta semana que viene tiene el potencial de ser la más emocionante de toda la regata. Estamos en una lucha mano a mano con el Ericsson 4 y respecto al Ericsson 3, todo puede pasar. Han ganado más de 300 millas, así que igual pueden perderlas.
Ahora mismo en la cubierta los chicos tienen un poco más de agua con la que batallar que yo aquí abajo. Todo es extremadamente húmedo y caótico a bordo del Il Mostro y el barco se mueve entre 18 y 24 nudos de velocidad, mientras salta y cabecea del modo más violento que se puede imaginar.
Capey (Andrew Cape, el navegante) dice que las cosas podrían mejorar un poco mañana según nos aproximemos a la puerta de hielo y luego volver a tomar las cosas con venganza al acercarnos al que ahora parece imaginario cabo de Hornos. Como dice Jerry Kirby, “Cada vez que pregunto parece que estamos mil millas más lejos que antes.” Yo le he dicho que deje de preguntar. Hemos estado pensando y hablando tanto sobre el tema que ahora me pregunto si estará aún allí, aunque, nada más decir eso, aparece una carta lanzada como por casualidad en la mesa de cartas que parece que tiene la punta sur de Suramérica en la parte de debajo de la derecha… Durante toda la semana pasada hemos estado mirando a la carta con Nueva Zelanda en la parte de abajo a la izquierda. Me sorprende que Capey se moleste en mirar las cartas, ha hecho este viaje tantas veces que debería saberse ya el camino.
Me atrevía hasta a decir que la tripulación de Il Mostro es normal… ¡Especialmente con respecto a lo que comen! Pues ya no, parece que cada mendrugo de comida en el barco está siendo devorado. No nos atrevemos a decir si el nuevo y repentino interés por la comida se debe a un nuevo menú que ha creado Rob Greenhalgh o si tiene algo que ver con el hecho de que los chicos están empezando a desaparecer frente a mis ojos.
Tan pronto como los tentempiés se sacan a cubierta, éstos desaparecen para no ser nunca más vistos. He sido testigo de gente metiendo el dedo para rebañar lo último de la salsa de espagueti de la fuente. Como me dijo Casey (Casey Smith/USA) hoy: ”No hay nada que una pasta de 2 minutos no pueda arreglar”
Rick Deppe, tripulante de medios de comunicación de Puma.