Foto copyright Gabriele Olivo/Equipo Telefónica/Volvo Ocean Race
Fuente info Equipo Telefónica
El frío y las condiciones de los 40 Rugientes hace mella en la flota
EL “TELEFÓNICA AZUL”, A 2.000 MILLAS DE CABO DE HORNOS
Río de Janeiro (Brasil), 13 de marzo de 2009
Llevan casi un mes de etapa, aunque a alguno le parezcan menos días: “Los días pasan sin apenas enterarme, hoy me dijo Xabi que va a hacer un mes que estamos navegando, a mí me parecía menos...”, decía David Vera. El “Telefónica azul” avanza por los “Cuarenta Rugientes” (zona de vientos fuertes existente entre las latitudes 40º y 50º S de los océanos australes), en el 47º Sur, “para evitar los hielos. El día está siendo tranquilo y el barco navega de través con un viento del Norte que oscila entre los 18 y los 20 nudos”, relataba el canario.
Mientras el resto de barcos se han encontrado con la segunda puerta de seguridad de hielo, el “Telefónica azul”, a 221 millas de ésta, se acerca cada vez más a Cabo de Hornos (Chile). Habrá que esperar para ver si se cumple la tradición de poner un pendiente a aquellos marinos que por primera vez pasan por el mítico Cabo de Hornos, unos cuantos son a bordo del barco español los que podrían llegar a Río con un nuevo accesorio: David Vera, Jordi Calafat, Pablo Arrarte, Gabri Olivo y Mike Pammenter.
Esta mañana Tom Addis decía desde el “Telefónica azul” que cuentan con una mejor transición en comparación al resto de la flota hacia los frentes que les llevarán a Cabo de Hornos, ya que el resto de competidores han tenido que navegar un poco en ceñida después de pasar la puerta.
Será mañana por la noche cuando empiecen a soplar fuerte los vientos de popa: “Empezaremos con intensidad moderada pero parece que tendremos tres o más días de viento fuerte. Estos barcos tienen mucha potencia y no necesitan más de 25 nudos en popa para conseguir su velocidad máxima”, apuntaba el navegante.
Tradicionalmente la navegación por el Océano Sur se relaciona y gira en torno a la búsqueda de los vientos más fuertes. Pero en esta ocasión, el “Telefónica azul” tiene otro objetivo: “Lo que estamos buscando es viento que no sea muy fuerte y nos sea útil para navegar en plenas condiciones”.
Pablo Arrarte y sus innovadoras ideas contra el frío
El frío hace mella en la tripulación. Una de las frases más repetidas a bordo del barco español ha sido, sin duda, “¡qué frío!”. “Hoy es el día más frío de toda la regata”, decía Xabi Fernández esta mañana temprano.Las condiciones adversas en ambientes hostiles hacen que el ingenio del hombre se agudice y parece que el cántabro Pablo Arrarte se lleva la palma. Con todo el mundo rebuscando entre sus bolsas más ropa, “Pablo ha ganado el premio a la innovación”, revelaba Simon Fisher. “La pasada noche cogió su pequeña almohada hinchable, que presumiblemente se usa para dormir, la hinchó y se la puso como asiento para no notar el frío en el trasero”.
Pero Arrarte no dejaba de sorprender a sus compañeros: “Ocho horas más tarde, sabiendo el frío que había hecho la noche anterior, apareció en cubierta con el gorro y unos pequeños paquetitos que al abrirlos emiten calor en las orejas para que le diesen calor”, relataba su compañero británico.
Pero hay también otras maneras de conseguir “engañar” al frío, como el ejercicio, continuaba explicando Simon: “No es nada raro ver a la gente en cubierta dándole a los pedestales aunque no hayan velas que trimar o haciendo flexiones, tríceps, sentadillas, estiramientos… ‘Yiyo’, nuestro preparador físico ¡estaría orgulloso!”.
Fuente info Equipo Telefónica
El frío y las condiciones de los 40 Rugientes hace mella en la flota
EL “TELEFÓNICA AZUL”, A 2.000 MILLAS DE CABO DE HORNOS
Río de Janeiro (Brasil), 13 de marzo de 2009
Llevan casi un mes de etapa, aunque a alguno le parezcan menos días: “Los días pasan sin apenas enterarme, hoy me dijo Xabi que va a hacer un mes que estamos navegando, a mí me parecía menos...”, decía David Vera. El “Telefónica azul” avanza por los “Cuarenta Rugientes” (zona de vientos fuertes existente entre las latitudes 40º y 50º S de los océanos australes), en el 47º Sur, “para evitar los hielos. El día está siendo tranquilo y el barco navega de través con un viento del Norte que oscila entre los 18 y los 20 nudos”, relataba el canario.
Mientras el resto de barcos se han encontrado con la segunda puerta de seguridad de hielo, el “Telefónica azul”, a 221 millas de ésta, se acerca cada vez más a Cabo de Hornos (Chile). Habrá que esperar para ver si se cumple la tradición de poner un pendiente a aquellos marinos que por primera vez pasan por el mítico Cabo de Hornos, unos cuantos son a bordo del barco español los que podrían llegar a Río con un nuevo accesorio: David Vera, Jordi Calafat, Pablo Arrarte, Gabri Olivo y Mike Pammenter.
Esta mañana Tom Addis decía desde el “Telefónica azul” que cuentan con una mejor transición en comparación al resto de la flota hacia los frentes que les llevarán a Cabo de Hornos, ya que el resto de competidores han tenido que navegar un poco en ceñida después de pasar la puerta.
Será mañana por la noche cuando empiecen a soplar fuerte los vientos de popa: “Empezaremos con intensidad moderada pero parece que tendremos tres o más días de viento fuerte. Estos barcos tienen mucha potencia y no necesitan más de 25 nudos en popa para conseguir su velocidad máxima”, apuntaba el navegante.
Tradicionalmente la navegación por el Océano Sur se relaciona y gira en torno a la búsqueda de los vientos más fuertes. Pero en esta ocasión, el “Telefónica azul” tiene otro objetivo: “Lo que estamos buscando es viento que no sea muy fuerte y nos sea útil para navegar en plenas condiciones”.
Pablo Arrarte y sus innovadoras ideas contra el frío
El frío hace mella en la tripulación. Una de las frases más repetidas a bordo del barco español ha sido, sin duda, “¡qué frío!”. “Hoy es el día más frío de toda la regata”, decía Xabi Fernández esta mañana temprano.Las condiciones adversas en ambientes hostiles hacen que el ingenio del hombre se agudice y parece que el cántabro Pablo Arrarte se lleva la palma. Con todo el mundo rebuscando entre sus bolsas más ropa, “Pablo ha ganado el premio a la innovación”, revelaba Simon Fisher. “La pasada noche cogió su pequeña almohada hinchable, que presumiblemente se usa para dormir, la hinchó y se la puso como asiento para no notar el frío en el trasero”.
Pero Arrarte no dejaba de sorprender a sus compañeros: “Ocho horas más tarde, sabiendo el frío que había hecho la noche anterior, apareció en cubierta con el gorro y unos pequeños paquetitos que al abrirlos emiten calor en las orejas para que le diesen calor”, relataba su compañero británico.
Pero hay también otras maneras de conseguir “engañar” al frío, como el ejercicio, continuaba explicando Simon: “No es nada raro ver a la gente en cubierta dándole a los pedestales aunque no hayan velas que trimar o haciendo flexiones, tríceps, sentadillas, estiramientos… ‘Yiyo’, nuestro preparador físico ¡estaría orgulloso!”.
