Foto copyright Dave Kneale
Timón de estribor de emergencia
Foto copyright Dave Kneale
Sin botalón y sin púlpito de proa
Fue una travesía dura para el Telefónica negro que termina con el sabor amargo de llegar últimos en la etapa. Y fue dura también para todos los que tenemos amigos en ese barco, porque como ya lo he dicho en otra oportunidad, todos de alguna manera hemos corrido la regata a la par de ellos, sufriendo cuando les iba mal y alegrándonos cuando les iba bien. Y esta última semana fue un shock cuando ese día nefasto rompieron el timón y el efecto dominó que produjo las roturas del botalón y el daggerboard. Todos nos entristecimos y preocupamos mucho en un primer momento, pero cuando supimos que nadie se habia hecho daño fue un alivio grande.
Ahora sólo queda ponerle garra para lo que falta, no todas las etapas son iguales y ya tendrán su chance y su momento de gloria, no tengo dudas. Desde acá y para terminar, mis felicitaciones por llegar (que no es poca cosa) y mi abrazo a la distancia para todos en especial y para Cicho, santi, David, Jaime y Pachi en particular.
JPC
Informe oficial VOR a continuación
EL TELEFÓNICA NEGRO EN CIUDAD DEL CABO
Finaliza la primera etapa con la llegada del Telefónica Negro a Ciudad del Cabo, donde la flota se prepara para reemprender la Volvo Ocean Race dentro de once díasTras las múltiples roturas sufridas con la primera borrasca del Atlántico del Sur, el Telefónica Negro de Fernando Echávarri ha cruzado la meta esta tarde, concretamente a las 16:43 GMT. Llegado en octava y última posición de esta primera etapa, el equipo español se mantiene en la zona media de la clasificación, gracias a su destacable actuación en la regata costera de Alicante y en la meta volante de Fernando de Noronha. Sus siete puntos acumulados le sitúan en sexta posición, justo por detrás de su gemelo Telefónica Azul y aventajando al sueco Ericsson 3, al holandés Delta LLoyd y al Team RussiaLa etapa no comenzó con buen pie para el telefónica Negro, quedando un poco descolgado de la flota tras el paso del archipiélago canario, al optar por una estrategia de pasar las islas por el lado Oeste, mientras la flota lo hacía por el Este o entre sus canales orientales. Persistiendo y esperando una oportunidad, ésta llegó cuando sus rivales acometieron el paso de las calmas ecuatoriales. Con la flota muy separada Este-Oeste, el Telefónica Negro encontró un pasillo mágico por el centro que le adentró rápidamente hacia el Ecuador, logrando salir de las calmas en cuarta posición, y un poco más al Este que los tres barcos que le precedían. Así, mientras el Green Dragon, el Ericsson 4 y el Puma debían hacer una bordada para poder llegar hasta Fernando de Noronha, donde se ubicaba la línea de la meta volante, ellos pudieron navegar directos sin tener que remontar barlovento, acortando la diferencia, que en la siguiente noche quedaron totalmente enjuagadas.Pero Echávarrí se queda sobre todo con un hecho y es el espíritu que ha reinado en el barco constantemente, pese a las adversidades: “Ha sido una etapa en general complicada, en Canarias tuvimos problemas para bajarnos la meteo y nos confundimos, luego hemos tenido los problemas con el timón, pero toda la tripulación ha respondido fenomenal. Cuando hemos tenido problemas serios más piña se ha hecho entre todos nosotros y la respuesta de cada uno era mejor. Es realmente un equipo y funciona como un equipo”. Cuando ganaron Latitud Sur y navegaron con el fuerte viento que provocaba el frente frío de una borrasca profunda, la falta de velocidad primero y diversas averías después terminaron con sus aspiraciones. La rotura de su timón de sotavento durante un planeo en una ola enorme provocó que el barco se fuera de orzada, clavando la proa de manera importante y resultando afectados el botalón y dos velas, además de su orza de deriva. A partir de ahí, recompusieron la situación para llegar lo antes posible a Ciudad del Cabo, donde desde hoy mismo su equipo de tierra trabaja para subsanar las averías y los desperfectos. Fernando Echávarri, patrón del Telefónica Negro, comentaba sobre la agónica llegada: “La llegada se nos ha hecho eterna y muy dura, conseguimos salir de la alta presión bastante bien para llegar a Ciudad del Cabo, pero aquí nos hemos quedado sin viento a nada de la línea de llegada y ha sido un tormento. El temporal que hemos cogido ha sido duro y está claro que hay que mejorar, es un diseño muy extremo y con vientos fuertes tenemos muchas dificultades