Juanpa Cadario: El secreto esta en saber cuál es el limite

El secreto esta en saber cuál es el limite


Gabriele Olivo/Equipo Telefonica/Volvo Ocean Race

Foto copyright Gabriele Olivo/Equipo Telefonica/Volvo Ocean Race
Xabi Fernandez y Jordi Calafat en el Telefónica Azul

Fuente info VOR

¿CUÁNTO ES DEMASIADO?

Una de las dificultades que tienen las tripulaciones y barcos Volvo Open 70 es llegar a su regata con pocas horas de vuelo previas. Sin otra vida que la vida que la Volvo Ocean Race, los equipos prácticamente limitan su navegación y experiencia -empujando a fondo- a las millas de regata
Era instructivo un e-mail de Ken Read, enviado desde el Puma por su patrón anoche, acerca de cuánto estaban dispuestos a forzar el barco en las duras condiciones de los pasados días. Mientras Read se refería a su equipo, entre líneas podía leerse que no resultaba complicado. El era capaz de contrastar lo que sentía sobre cuanto fue capaz de hacer, un recompensa por las muchísimas horas de entrenos y pruebas técnicas que pudieron realizar.
”Nosotros estamos aprendiendo”, escribía. “Cuán fuerte es suficientemente fuerte empujar? Una realidad es que los chicos del Ericsson 4 nos enseñaron a todo el resto en esas condiciones tan duras. Supongo que ellos conocían los límites mejor de lo que nosotros hacíamos. Nosotros vamos encontrando los límites paulatinamente, y buena parte de ellos es por las roturas y sobresaltos que te suceden durante las 24 horas del día, metido en esta caja de tambor llamada barco de fibra de carbono….
”Habíamos navegado con Il Mostro en algunas buenas condiciones de viento fuerte antes de la regata, pero en ninguna a este ritmo frenético. Yo siempre había sido reticente a empujar el barco al 100 por cien en nuestros entrenamientos previos a la regata, porque sí hubiera ocurrido algo realmente malo le hubiera sucedido a este barco, simplemente nuestra regata hubiera terminado antes de empezarla. Por lo tanto ¿estamos apretando demasiado fuerte y tal vez arriesgando el barco? Resulta que probablemente no lo suficiente
El otro lado de la moneda por supuesto, es lo que le ha ocurrido al Telefónica Negro. El equipo español está pagando por su aterrizaje forzoso hace un par de días con olas enormes. Habiendo dañado el botalón, una orza de deriva y uno de sus timones, la estimación del equipo es seguir navegando al 65% de su potencial, y el resultado de ello es evidente en la sucesión de partes de posiciones de la flota. El equipo cayó rápidamente detrás de la flota, llegando a ser adelantados por Team Russia y el Delta LLoyd ayer por la noche.
Sí la falta de horas es un handicap para conocer y aprender del barco, incluidos sus limites en condiciones de viento duras, navegando fuera de regata es difícil llevarlos al mismo ritmo que inmersos en plena competición. Por más que se quiera durante un entrenamiento, lo extremadamente duro que resulta navegar estos barcos con vientos fuertes retrae las voluntades más decididas por empujarlos a fondo. Los ruidos, auténticos bramidos y estampidos, la ingente cantidad de agua en cubierta que incluso dificulta la visibilidad, los sobreesfuerzo en el aparejo y en la propia estructura imponen algo más que respeto. Tal y como decía ayer Horacio Harabelli, timonel y trimer del Ericsson 4 “No puedes sentir miedo, de lo contrario no estarías aquí. La adrenalina sube al máximo y lo único que puedes hacer es agarrarte fuerte”. Pero sin duda el equipo sueco ha contado con dos factores favorables a su impresionante ritmo en el temporal. Un barco relativamente fácil de gobernar y más de un año de entrenamiento previo a pleno rendimiento antes de salir de Alicante.