Regata a Alcatrazes en Ilhabela, lindo relato a bordo del S40 VTR
Foto copyrigtht Rolex/Carlo Borlenghi
Fuente info equipo VTR, relato de la regata a Alcatrazes por I. Gonzalez, propietario del VTR
Subject: Regata Brasil #1.
El despertador sono @ 7:15am, el cielo estaba con algunas nubes, y la temperatura estaba muy agradable.
Los minutos pasaron volando y @ 9:30am partio mi primera regata en Brasil/ilhabela.
La estrategia estaba clara, alejarse del centro del canal para evitar las corrientes.
La orilla era el destino, pero guardaban un secreto, y asi fue q a poco andar, el 5 veces medallista olimpico, encallo.
Una de las trampas de la orilla, ademas de los espineles y rocas.
Ni muy lejos ni muy cerca de la orilla, esa fue la tactica, por lo tanto, los virajes se hicieron algo permanente. Como lo q se practica se aprende, ya habiamos logrado una razonable coordinacion gracias a la experiencia y talento del resto de la tripulacion.
Despues de 2hrs estabamos 4 de 12, literalmente un carreron.
Al minuto siguiente caimos en una trampa mortal, vino una calma total, y no pudimos salir.
Lentamente todos nos pasaron, y del cuarto lugar bajamos al ultimo sin nada q hacer.
Despues de casi una hora, y sin ningun S40 a la vista, una briza nos puso en movimiento.
El VTR empezaba a navegar, pero el entorno habia cambiado.
Estabamos solos y la adrenalina de la carrera se fue con el ultimo S40.
Quedaban a lo menos 10 hrs de regata en solitario.
El cielo estaba totalmente gris, el frio de este "pais tropical" se sentia como el peor dia de Chiloe.
Las nubes negras anunciaban tormenta, y el hospitalario Atlantico se convirtio en nuestro peor Oceano Pacifico.
Sin carrera posible y ante un escenario adverso, solo quedaba volver.
Pero, aqui viene lo mas impactante. Para la tripulacion esa opcion no existe, solo podemos navegar y terminar lo q empezamos.
Esto se termina solo cuando pasamos la meta, dijeron.
Que gran leccion de vida, q emocion senti al ver a un grupo de amigos unidos por la pasion de la vela, por la pasion de navegar...y entre ellos, dos marcianos bolivianos, JCarey y yo.
Como me dijo una vez Roberto Canessa, sobreviviente uruguayo, "siempre, todo puede ser o estar aun peor".
Y asi fue, pq junto al frio y la lluvia, empezo el mareo. Que mal me sentia.
Me acurruque tranquilito en la cubierta, tratanto de no estorbar, cosa imposible en un barco de carreras, y poco a poco me fui recuperando.
Las horas pasaban al igua q las olas.
La tormenta no daba tregua y los vientos excedian la resistencia teorica de la genova (una de las velas).
La situacion obligaba a cambiar la genova, haciendo un peeling...eso es subir la vela nueva sin bajar la otra y luego se baja la antigua, se dobla y se guarda...todo esto en medio de una tormenta perfecta.
Otra leccion de mi tripulacion, trabajando coordinadamente y en equipo se logro, con bastantes sustos.
El balance fue, una operacion perfecta con daños menores.
Casi se nos va uno al agua, uñas rotas y un dedo sangrando.
Todo sin quejas.
Las bromas y las risas siguen presentes aunque cada vez mas espaciadas.
La pregunta de si este sera buen momento para revisar y planear nuestra proxima participacion en Rio, genera risas.
Mientras rodeamos la isla q nos permitia dirigirnos hacia la meta, hacia el club y hacia mi cama...la pregunta de q hago aca, se me repite y repite en mi cabeza.
En el momento en q terminamos de rodear una Isla con acantilados rocosos, una nuve de pajaros muy Hitchcock, un velero pasaba junto a nosotros con su botavara rota y los rostros desencajados de su tripulacion q sabian q lo peor estaba por venir, todo esto ponia mayor dramatismo y nerviosismo.
En medio de otra gran maniobra aparece el globo.
Una operacion coordinada y arriesgada, pero absolutamente necesaria y bien ejecutada.
Fue en ese momento donde la adrenalina volvio, donde el viento, las olas y la tormenta solo animaban la fieta q estaba por empezar.
El VTR surfeaba las olas con gran distincion y nosotros con El.
Yo disfrutaba de una aventura irrepetible.
De noche, totalmente oscuro, en tiempo record, a velocidad record y con riesgos mayores, donde un hombre al agua, un impacto contra algun objeto flotante, rotura de mastil o cualquier accidente podria haber sido letal producto de la oscuridad.
Con la adrenalina a tope, con frio, totalmente mojados, con lluvia intensa, sin visibilidad, pero a gran velocidad y por casi dos hrs, nos dirigimos non stop, directo al bar del club.
Que gran dia/noche.
Que gran tripulacion.
Que gran emocion.
IG.