El año pasado mi viejo cumplió 80 años y pensó que ya había trabajado suficiente en su vida y era el momento de no tener la presión del trabajo diario, buena decisión. Pero le duró poco, inquieto y siempre con ganas de aprender y hacer cosas nuevas, se cruzó con el amigo Miguel del Carril y en menos de lo que el imaginaba se vió envuelto nuevamente en un trabajo bastante complejo.
Dicen que andar en bicicleta no se olvida nunca en la vida y lo mismo le pasa a mi viejo con sus manos y la facilidad innata que tiene para transformar un objeto cualquiera en algo artístico.
Finalmente el día de Navidad y después de tres meses de trabajo ininterrumpido incluyendo muchas veces sábados y domingos terminó el Vagabundo II, una joya de barco clásico. Lo ayudó en la realización del moldeado y la cubierta Marina Barresi de nuestro taller.
Normalmente no me gusta poner en el blog los trabajos que hacemos en nuestra empresa familiar Astillero de Modelos, pero esta vez me parecía que tenía que compartirlo con todos Uds. y ponerlos de testigos para poder decirle a mi viejo lo mucho que lo admiro y agradecerle además que me haya enseñado este oficio tan lindo que intento mejorar cada día.
¡ Bien pá, sos un crack !
