Juanpa Cadario: Las leonas, campeonas mundiales. Orgullo argentino

Las leonas, campeonas mundiales. Orgullo argentino


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Luciana Aymar, elegida nuevamente la mejor del mundo

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Carla Rebecchi, la goleadora de la final

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Fuente info Clarín

Las Leonas, otra vez en la gloria
11/09/10 - 20:43

Ganaron 3-1 la final en Rosario con goles de Rebecchi (2) y Barrionuevo. Consiguieron así su segundo Mundial, con una fiesta inolvidable en Rosario.

PorSabrina Faija, enviada especial
Rosario

Final. Final esperada, final deseada y final de muchas carreras, mientras otras recién comienzan. La medalla de oro encerraba muchas otras cuestiones además de ese primer lugar en el podio y en el ranking. Como el orgullo; ese orgullo dañado holandés por las tres derrotas consecutivas con Argentina y también ese orgullo lindo de Las Leonas, de ganar su segundo título mundial ante su gente. Y la emoción, de esas caras llenas de lágrimas de ellas escuchando el himno nacional, para salir como Leonas a jugar la final.

Y también a conseguir el primer gol, cuando apenas iban tres minutos y los dos equipos aún se estaban analizando. Aymar apareció por el medio y la abrió a la izquierda para Soledad García, quien llegó al fondo y mandó el fierrazo al centro del círculo para el desvío certero de Carla Rebecchi, en su segundo gol en este Mundial. Abrazo infinito entre las ocho jugadoras que habían llegado al ataque, y abrazo virtual de las 18, el cuerpo técnico y las 12 mil personas del Mundialista.

Y fue un abrazo que se repitió apenas cuatro minutos después, en el primer corner corto que Argentina aprovechó con Noel Barrionuevo, una de las mejores especialistas del mundo, quien con su arrastrada dejó desconcertada a la arquera y clavó la bocha a la izquierda de Joyce Sombroek, sin nada que hacer. Rápidamente Las Leonas sacaban una ventaja tranquilizadora ante un rival que no podía salir de su propio campo.

Pese a los dos goles en contra, Holanda no se resignó, tomó la bocha y fue al ataque, aunque sin éxito sobre todo por la precisión de las defensoras argentinas, que quitaban milimétricamente del círculo cada bocha peligrosa. En Argentina, Aymar no podía aparecer en cancha con su desequilibrio, algo en lo que tuvo mucho que ver Minke Smeets, la número 13 que le realizaba marca personal a la rosarina. Retegui, entonces, apostó a Daniela Sruoga para que juegue más adelantada que Lucha aunque sin éxito. Sole García, casi simultáneamente, también dejó su lugar para el ingreso de Delfina Merino.

Pero ninguna variante funcionaba y sin las dos experimentadas en cancha, a los 21 minutos, Argentina tuvo su primer corner corto en contra, con la temible Maartje Paumen en la arrastrada. Afortunadamente, su remate se fue apenas desviado, para que todos los presentes respiraran aliviados. Volvieron García y Aymar al equipo, cuando faltaban casi diez minutos, pero aún así la posesión era de las holandesas, con Naomi van As como eje del juego. Preocupante primer tiempo, pese a los goles a favor, tras un dominio casi absoluto de Holanda, que supo cómo bloquear a Lucha y al sistema ofensivo argentino. No así al defensivo, que por ahora es el que asegura el resultado que ponía a la Argentina a 35 minutos de su segundo título mundial.

Y en el complemento, Argentina cometió el mismo error de darle la bocha a Holanda, que tuvo en su segundo corto de la etapa (el primero fue bien defendido por Succi) el descuento merecido. Fue Paumen la que se tomó revancha por los dos anteriores para poner el 1-2 de una final que se le complicará al equipo de Carlos Retegui si no recupera la posesión.

Pero faltaba algo más, algo que hasta ahí había aparecido tibiamente en los últimos minutos: el aliento de la gente y con el fue como llegó el envión de Soledad García, que lo tuvo a los 16 y nuevamente a los 18. Ese último impacto dio en el palo y el rebote fue tomado por Rebecchi para anotar desde una posición incómoda el 3-1 que ayuda a bajar los nervios y a intentar, con otra tranquilidad, que el equipo nacional sea el dueño de la bocha. Lo más importante, que son los goles, ya lo tiene.

Como también tiene a la mejor arquera del Mundial en Belén Succi, quien a a menos de diez minutos del final, tuvo una tapada doble en el cuarto corner corto de Holanda, que esta vez fue una jugada preparada, y otra tapada en el quinto, esta vez con la arrastrada de Paumen nuevamente, para el festejo de la gente pero también de la propia arquera argentina, que hasta se dio el gusto de festejarlo cuando la jugada seguía en el corner largo.

No tuvo la posesión todo el partido, no tuvo a una Luciana Aymar en su máximo nivel ni un juego vistoso. Pero tuvieron actitud, corazón y mucha garra para aprovechar las situaciones que tuvieron y festejar el segundo título mundialista de Las Leonas en su historia, como hace ocho años, como Perth pero con el calor, el color y el aliento de su gente en Rosario. El resultado (3-1) será sólo eso, un resultado. Porque lo que vale se vio a lo largo de un torneo, con ellas adentro, las ex desde la platea alentando y toda la gente que se acercó a Rosario y la que no pudo pero las siguió desde cada rincón. Argentina es nuevamente campeón del mundo y sigue haciendo historia grande en el deporte nacional. Salud, Leonas.