Juanpa Cadario: Simplemente Pato

Simplemente Pato


Foto copyright Stefano Gattini

Fuente info Audi MedCup

19 Ago 2009

Pato Salas, la importancia del Conseguidor

Es una persona que siempre está presente cuando compite Matador (ARG), aunque se le vea poco. Realiza su trabajo en la sombra, lejos de las boyas, pero es uno de los engranajes importantes para que toda la maquinaria funcione.

En algún trofeo del Circuito Audi MedCup puede resultar invisible, en otros tiene más tiempo para estar por los pantalanes o en el Audi MedCup Village. Eso depende de los imprevistos que surjan diariamente en el equipo. Su misión es coordinar toda la logística de Matador (ARG), encargándose además personalmente de las pequeñas o grandes tareas que no tienen un responsable asignado. Ni se le caen los anillos ni tiene un ‘no’ para el equipo. Es un valioso comodín que conoce perfectamente al armador Alberto Roemmers y al líder Guillermo Parada.

“Estoy en el equipo Alexia – Matador desde 1996. Entonces navegaba y me ocupaba de las velas y de algunas compras. Ambas tareas empezaron a ocuparme más y más tiempo, por lo que al cabo de unos años deje de navegar. A partir de ahí comenzaron a caerme más tareas que las velas y se me acumulaba el trabajo”, explica Pato Salas, quien recuerda la primera temporada de Matador en el Circuito MedCup como una pesadilla. “No daba para todo y las necesidades eran cada vez mayores. La pasada temporada me liberé de la responsabilidad directa de las velas, y desde entonces me centro en la logística; eso incluye aspectos que nada tienen que ver directamente con la navegación”. Por supuesto que es suplente en caso de alguna baja imprevista en la tripulación, tal y como relata con su gran sentido del humor: “Por suerte, con la limitación de peso de la regla, al estar más tiempo en tierra y hacer menos ejercicio que antes, engordé, y eso me descarta para alguna suplencia”, aunque más adelante confiesa que se le ponen los dientes largos de no poder estar a bordo de su Matador.

Tener la base de Matador establecida en Palma de Mallorca y que la tripulación deba trasladarse desde Argentina resulta más complejo, pero en todo lo relacionado con el barco están bien organizados, facilitando las cosas que algunos miembros del equipo de tierra residan en Palma. Disponer de dos vuelos diarios entre Buenos Aires y Madrid acorta las distancias entre ambos países; entre ambos continentes; entre ambos hemisferios.
Su relación con el equipo es cordial. Nos cuenta que con el tiempo se ha ido puliendo el grupo, que todos conocen su rol y le respetan. Ahora ya saben cuánto pueden tensar la cuerda, “Todo está muy pautado, especialmente la parte económica. Es importante ser estricto con el presupuesto, hay que controlarlo con atención, pero no es un tema conflictivo” explica Salas.

Es difícil sacarle un ‘no’, y a veces eso exige sacrificar horas de descanso. Atender y acompañar al armador a una cena no le impide ir a recoger a alguien a un aeropuerto, o acompañar al velero a retirar unas velas recién reparadas. Por eso, si alguna vez dice “no”, todos saben que realmente es imposible.

Lo que más le gusta de su función es estar inmerso en mil detalles que abarcan todo lo imaginable. “Me involucro en todo, y estoy al corriente de absolutamente todo. Lo que menos me agrada es lo referente al avituallamiento para los días de regatas, porque por las mañanas es cuando ocurren todos los imprevistos que requieren soluciones rapidísimas. Desde el traslado de un tripulante o invitado que llega al aeropuerto, hasta ir a buscar un recambio o una pieza reparada. Por eso trato de dejarlo organizado y delegado, ya que tiene una importancia vital”.

Su relación con Guillermo Parada es muy estrecha, desde que se fueron conociendo como rivales en regatas argentinas. En un Campeonato Panamericano de Snipe que se celebró en el Mar de Plata natal de Pato, ayudó a Guillermo en temas de meteorología y conocimiento del campo de regatas local. Ahí comenzó una complicidad que perdura, más allá de las regatas. Por eso Pato Salas le anima sutilmente tras los días bajos, haciendo que desconecte. Y para ello nada mejor que algo relacionado con el mundo de las motos, cuya pasión comparten y les ha dejado secuelas físicas. Si en noviembre les buscan y durante dos semanas no dan señales de vida, no insistan: Son sus vacaciones sagradas, dedicadas a ir en moto con un grupo de amigos.