Matrero, de Tobín Achaval
Largada en Punta del Este, día viernes a la tarde
Fuente info Diario Clarín
Clarín en la regata Punta del Este-Buenos Aires: Fortuna III y Matrero, los primeros en llegar
22:00
El barco de la Armada Argentina y el velero tipo Frers 50 tardaron poco más de 15 y 20 horas, respectivamente, en arribar al puerto de Buenos Aires. Se espera que esta madrugada llegue el resto de las embarcaciones.
Repitió la hazaña. El Fortuna III, un velero representativo de la Armada Argentina, volvió a ser el primero en terminar la regata Buenos Aires-Punta del Este-Buenos Aires. Este barco, al mando del capitán Gabriel Malnati, había sido el primero en avistar el puerto uruguayo al correr la primera etapa de la competencia. En la segunda fase, el Fortuna III tardó 15 horas, 16 minutos y 27 segundos en recorrer los más de 325 kilómetros que separan las dos costas. Muy de cerca lo siguió Matrero, el velero tipo Frers 50 de Toribio de Achával, que tardó 20 horas, 4 minutos y 40 segundos en completar la travesía. Se espera que durante la madrugada lleguen los otros 70 barcos que se animaron a la segunda fase. La primera etapa había sido corrida por 84 embarcaciones pero varios tripulantes decidieron permanecer en las costas uruguayas. La regata Buenos Aires-Punta del Este-Buenos Aires se corre todos los años entre el último fin de semana de noviembre y el primero de diciembre. Un equipo de Clarín.com realizó el primer tramo a bordo del "Ráfaga IV" y regresa en "El Pura".La fase final de la regata había comenzado el viernes cuando a las 18, las sirenas dieron la señal de largada. Tras una partida de Punta del Este con vientos de 15 a 20 kilómetros de popa, la flota logró alcanzar Montevideo en pocas horas: unas ocho después de la largada. Entrada la madrugada de hoy, las luces de la capital uruguaya comenzaron a quedar atrás. Los vientos fueron subiendo en las primeras horas y rotando hacia un cuadrante noreste, lo que obligó a la mayoría de las embarcaciones a dejar de lado las velas de popa (spy) y pasar a velas de proa como los genoa, para poder avanzar casi contra el viento. La noche pasó rápido y con buena luna, pero al amanecer los vientos volvieron a rotar, esta vez hacia el noroeste, lo que significó ir con vientos de frente. Tal como ayer especulaba la mayoría de los capitanes de los barcos, la regata se juega en la apuesta a buscar algo del poco viento pronosticado. Algunos eligen bordear la costa argentina, y otros la de Uruguay, en donde el anochecer promete vientos interesantes producto de las diferencias de temperatura entre la costa y el agua. Las pocas millas náuticas que quedan por delante pueden convertirse en una eternidad para equivocarse o ganar.
