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Asadón en lo del cabezón con amigos, chori, morcilla vasca, un cerdito de locos y excelente vino. Este cocktel explosivo me iba a jugar en contra para despertarme a las 04.30 a ver a Los Pumas, pero no. El cuerpo o la mente tienen un reloj interno que no falla nunca. A las 04.28 y por arte de magia me desperté, prendo la TV y el himno argentino. Emoción, mucha emoción y las caras de los nuestros que reflejaban lo que estaban viviendo, piel de gallina y los "lagrimales" en máxima tensión.
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El momento del partido, el try de González Amorosino sobre el final.
Asadón en lo del cabezón con amigos, chori, morcilla vasca, un cerdito de locos y excelente vino. Este cocktel explosivo me iba a jugar en contra para despertarme a las 04.30 a ver a Los Pumas, pero no. El cuerpo o la mente tienen un reloj interno que no falla nunca. A las 04.28 y por arte de magia me desperté, prendo la TV y el himno argentino. Emoción, mucha emoción y las caras de los nuestros que reflejaban lo que estaban viviendo, piel de gallina y los "lagrimales" en máxima tensión.
Después vino lo que todos ya sabemos, ilusión, sufrimiento, mucha tensión y un final que no llegaba nunca y que fue agónico.
El premio es enorme y ojalá este seleccionado siga avanzando en el mundial, se lo merecen por la garra que le ponen y por dejar la celeste y blanca siempre en lo más alto.
No hay premio sin sacrificio, y esto Los Pumas lo saben bien.
¡VAMOS PUMAS CARAJO!