
Dos ideas muy claras
“Lo primero que tuvimos claro era que este edificio iba a estar compuesto por planos horizontales, que los espacios exteriores reforzarían la línea del horizonte”, revela Fermín Vázquez. De esta forma cada planta del edificio serviría para generar sombra sobre el inferior. Los espectadores iban a disfrutar cómodamente de una visión de 360º, podrían estar en el exterior en pleno mes de junio sintiendo la brisa marina y con una temperatura perfecta, lejos del calor. David Chipperfield explica que quería “algo excitante, donde las personas pudieran reunirse para ver las regatas y disfrutar de la America’s Cup. Así que la idea de utilizar el edificio para crear plataformas con sombra era importante. Debía ser un lugar en el que pudieras estar cómodo tanto en el exterior como en el interior”. Lo lograron. La comodidad del Veles e Vents es junto a su espectacular diseño minimalista el aspecto que más destacan quienes lo visitan. La segunda de las ideas tuvieron claras desde el principio era que el aparcamiento de 800 plazas y 15.000 metros cuadrados que alberga no podía estar enterrado, sino que “tenía que formar una topografía”, explica Vázquez, un parque de más de 100.000 metros cuadrados con diferentes alturas que conectara con la primera planta del edificio. Así, el America’s Cup Park y el edificio se convirtieron en un espacio único desde el que poder ver el mar y los barcos de la America’s Cup. El edificio también iba a coronar un canal por el que cada día pasarían los barcos de la America’s Cup. Así, entre las cuatro terrazas del Veles e Vents y el mirador del canal, más de 20.000 personas pueden verlos en primera línea.
Un homenaje a Valencia
El Veles e Vents se gestó sin tener un nombre definido. Durante su construcción, siempre se hacia referencia a él haciendo uso de tres fórmulas: Foredeck Club, edificio de invitados y edificio Chipperfield, en honor a su autor principal. Hoy, el Foredeck Club lo conforman la planta segunda y tercera, donde está el espacio reservado a los invitados de la America’s Cup. La planta baja y la primera están abiertas a todo el público y albergan: un restaurante (Mar de Bamboo), una cafetería (Bianco la Terraza), la tienda Louis Vuitton y la America’s Cup Boutique. Su nombre definitivo se conoció poco antes de su inauguración, el primer día del Valencia Louis Vuitton Act 10. Después de barajar muchas posibilidades, la decisión estaba tomada: el hito arquitectónico de la America’s Cup más grande de la historia se iba a llamar Veles e Vents. Un nombre que rendiría homenaje al primer verso de uno de los poemas más conocidos de Ausias March, poeta y caballero valenciano del Siglo XV que murió el 3 de marzo de 1459, exactamente 544 años antes de que BMW ORACLE Racing desafiara a Alinghi y diera comienzo la 32ª America’s Cup.
Informacion tomada de la web oficial de la Copa America 2007, ©ACM 2006/Photo: Vicent Bosch
